Susana González
Fundación Bengoa

La salud y el estado nutricional de la madre en el momento de la concepción son muy importantes en el crecimiento y desarrollo del niño por lo tanto, una alimentación sana y equilibrada es primordial en todas las etapas de la vida, pero durante el embarazo lo es aún más.
La alimentación materna debe proporcionar la suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la madre y del niño, por lo tanto, es muy importante mantener un peso adecuado antes de la concepción, pues un peso por debajo o por encima de lo recomendado, puede afectar la salud del bebé.
Necesidades de nutrientes
Durante el embarazo aumentan las necesidades de nutrientes y de energía de la madre, debido a los cambios corporales que ocurren en su organismo y por las necesidades del bebé en formación. El consumo promedio de energía para la población venezolana es de 2300 calorías, mientras que para la mujer embarazada es de 2563, ésta energía necesaria durante el embarazo se obtiene principalmente de los nutrientes esenciales, tales como carbohidratos y grasas, mientras que las proteínas se utilizan en la formación de tejidos y órganos. También aumentan las necesidades de ciertas vitaminas y minerales, en especial hierro, calcio y acido fólico, y de las vitaminas A y C. Por esta razón, es importante aumentar el consumo de frutas enteras, vegetales crudos verdes, lácteos y consumir al menos 2 veces por semana, pescados para tener una alimentación rica en estos nutrientes.
Cuando el embarazo se presenta en adolescentes las necesidades alimentarias son muy superiores a las de la mujer adulta, ya que ellas todavía se encuentran en proceso de crecimiento. En consecuencia, la adolescente retiene parte de los nutrientes para sus propias necesidades a expensas del feto y son mayores los riesgos de partos prematuros, cesáreas, recién nacido con bajo peso, anemia, abortos espontáneos y conflictos emocionales.
¿Cuánto y cómo aumentar de peso?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ganancia de peso recomendada en las embarazadas adultas con peso adecuado varia de 11 a 16 Kg, en la embarazada con peso bajo de 13 a 18Kg y en la embarazada con sobrepeso de 7 a 11 Kg. Estos límites en el peso, reducen el riesgo de complicaciones durante la gestación y el parto.
La ganancia de peso durante el embarazo se relaciona con la estatura materna. Sin embargo, en la práctica, el aumento de peso de las mujeres con un estado nutricional normal y un peso adecuado antes del embarazo varía mucho. Cuando el aumento de peso es insuficiente, es más probable que el recién nacido tenga peso bajo, mientras que si el aumento es grande se incrementa el riesgo de exceso de peso u obesidad de la madre después del parto. Ambas situaciones producen complicaciones durante el embarazo y/o parto, algunas de las cuales se presentan a continuación.
Problemas asociados al peso bajo: infertilidad, anemia, recién nacido con bajo peso y muerte fetal.
Problemas asociados al sobrepeso u obesidad: infertilidad, diabetes gestacional, hipertensión, preclampsia, mayor probabilidad de cesárea y diabetes tipo 2 en la madre, malformaciones congénitas en el feto y muerte fetal.
Molestias frecuentes en la alimentación
Las molestias más comunes en la alimentación son náuseas y vómito mañanero, que puede evitarse con el consumo de galletas de soda al despertarse, porciones más pequeñas y más frecuentes de alimentos, tomar líquidos lentamente entre comidas y evitando las frituras. Otra molestia como el estreñimiento es posible mejorarlo, incorporando más fibra vegetal en la alimentación, como productos integrales de trigo y maíz, vegetales crudos o cocidos al vapor y algunas frutas, papaya, ciruelas, uvas frescas y abundante líquido. Para la acidez estomacal se recomienda comer despacio poca cantidad, varias veces al día, masticar bien y no acostarse inmediatamente después de comer.
Los "antojos" por algunos alimentos, son frecuentes en los primeros meses del embarazo y no hay argumentos para no complacerlos, cuando no afecten la alimentación o reemplacen a ciertos alimentos muy importantes en la dieta materna. La pica es un trastorno de la conducta alimentaria, que consiste en el consumo compulsivo de sustancias inadecuadas, como por ejemplo: tierra, greda, hielo, papel, almidón de ropa, que se relaciona con algún déficit de ciertos micronutrientes como hierro y zinc, entre otros.
¿Cómo cuidar la alimentación?
El éxito del embarazo y del parto, está muy relacionado con los cuidados y la alimentación que tenga la madre. Si estas embarazada, las siguientes recomendaciones nutricionales te pueden ayudar:
Mantén una alimentación variada y equilibrada, ella proveerá la energía y nutrientes necesarios para la salud materna y el desarrollo y crecimiento del bebé.
Incluye en tu menú alimentos de todos los grupos: granos, cereales, tubérculos y plátanos; hortalizas y frutas; leche, carnes y huevos; grasas y aceites y azúcares (azúcar blanca, papelón, miel) este último grupo consúmelo con moderación.
Procura beber ocho vasos de agua o dos litros al día.
Realiza las comidas principales desayuno, almuerzo y cena, más tres meriendas diarias de frutas (enteras o licuadas) y lácteos (leche o yogurt). Así garantizaras la energía y los nutrientes necesarios para el bebé.
Recuerda que las necesidades de ciertas vitaminas y minerales como ácido fólico, hierro y calcio, se incrementan durante el embarazo. Para cubrirlas, es necesario tomar suplementos en pastillas.
Evita el consumo de alimentos crudos como huevo, pescados, carnes, etc.
Elimina productos dañinos, tales como alcohol (cerveza, vino u otra bebida alcohólica), cigarrillo y drogas ilícitas, especialmente perjudiciales para la embarazada y para su hijo. El consumo de alcohol, causa retardo del crecimiento, anomalías oculares y articulares, retraso mental, malformaciones y abortos espontáneos.
Disminuye o elimina el consumo de café durante el embarazo. Los estudios demuestran que la cafeína atraviesa la placenta y puede alterar la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé.
Recuerda lavar muy bien las frutas y vegetales que consumes crudos.
Modera el consumo de sal, disminuye la cantidad en tus comidas y en enlatados.
Practica ejercicio, como caminar y nadar que te ayudan a mantener el peso.
Ejemplo de menú para la embarazada (2500 Kcal.)

Finalmente, revisa los alimentos de la dieta y asegúrate que contengan los nutrientes que necesitas, tanto tú, como tu bebé. Aún cuando, no es verdad, que durante el embarazo necesitamos "Comer por dos", es indispensable mantener una alimentación equilibrada y variada y un estilo de vida sano, para garantizar una excelente salud a la madre y al niño y llegar a feliz término el embarazo.
Fuentes consultadas:
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